El pensamiento es el inicio de  todo, todo lo que realizamos empieza por un pensamiento, puede que interviene  impulsado por una emoción o un sentimiento, luego vienen las ideas, después las  palabras y finalmente la acción!
Cuanto más nos entusiasmamos, mejores ideas nos salen!
Aquí entramos en las afirmaciones positivas, creando energías  positivas al respeto o no.  
Todo eso crea y mueve energías, energías que acompañan todo  el proceso desde el inicio hasta el final. Energía que está allí, aunque hayamos  abandonado el proyecto, no desaparece por ello y sí el paquete energético es  grande, puede que no desparezca nunca.
Pensamos que la mayoría de nuestros pensamientos no tienen importancia y no  influyen demasiado en la vida. 
¡Gran error, con el conjunto de nuestros pensamientos creamos nuestra realidad! 
Cada palabra pronunciada, ya ha hecho todo su proceso, ya tiene su energía  formada, la que solo podremos cambiar con un argumento de peso que lo  neutralice.
Aquí es donde se aplica el libre albedrío, podemos y debemos  decidir cómo enfocar las cosas! Cada uno de nosotros tiene que reflexionar  sobre su forma de pensar, ya que hay maneras y maneras. Está el vaso medio  lleno o medio vacío o podemos competir con alguien o simplemente buscar a  superar la meta como el mejor.
Todo depende de nuestra personalidad y como la manifestamos. Hay personajes en este mundo que han dejado huellas y  marcaron generaciones enteras.
Por el otro lado,  pensando con sentido común, encontrando equilibrio y harmonía entre los propios  intenciones y el entorno, dará satisfacción y tendrá aceptación a toda vista. Acciones equilibradas  se potencian por la aceptación del entorno.
¡Viendo eso, nos damos cuenta de la importancia de los  pensamientos y que herramienta tenemos con ello en las manos! 
Tenemos que descubrir las reglas que rigen eso y con ello podemos intervenir en  muchos resultados que nos pueden mejorar la vida en general. 
Es la manera como intervenimos directamente en las  circunstancias de nuestra vida, modificar nuestro funcionamiento y el  entorno. También modificamos con ello nuestro carácter y  las acciones resultantes que nos proporcionarán los resultados deseados. De otra  manera, la ley de polarización nos puede producir resultados que no nos gusten.
Nuestras necesidades ocupan mucho espacio en nuestros  pensamientos, es donde se forman. Alrededor de ellas se crean las ideas y aquí  ya tenemos que intervenir para que se desarrollen armónicamente. 
Es la manera, como conseguir resultados satisfactorios.
Luego tenemos que revisar lo que nos pesa a todos. 
Por ejemplo: Que es que consideremos bueno o malo, lo que es  coherente, la harmonía entre las cosas,… y buscar una postura propia y firme.  Eso es ya la elaboración de una filosofía propia, con ella nos equivocaremos  menos en la vida y eso es muy importante, ya que nos hace fuerte ante la  manipulación por el sistema.
Si las ideas se forman por modas, tendencias o influencias,  nos pueden confundir y generar resultados que no nos gusten. 
Tenemos que entender esa mecánica para poder darle sentido a  nuestras necesidades, sino, podemos dar tumbos con resultados dudosos, toda la  vida. 
Modificando nuestra manera de funcionar en este sentido, nos va a dar los  resultados que nos gustan de verdad, que están en equilibrio con nuestra alma,  con nuestros deseos y con nuestro entorno.
Todo eso es un poco más complejo pero cada uno de nosotros lo  puede realizar. 
Hay que entender, que el que nunca ha pensado en tener una casa propia, nunca  va a realizar ningún esfuerzo para conseguirla. El que nunca ha pensado en la  opción de hacerse maestro no optaría por la carera de educación. Pero la  persona que está fascinada por el arte, por las manualidades o por la  informática, puede que crea las condiciones para hacer de su pasión su oficio. 
Con ello queda claro que influimos directamente con nuestra forma de pensar y actuar  en lo que la vida nos va a proporcionar.
Buscando avanzar por este sendero, nos aporta una creatividad  con la que podemos conseguir nuestras metas en la vida real y eso no son  promesas políticas, eso está en nuestras manos. 
Podemos modificar nuestra personalidad a nuestro gusto y crecer como persona,  consiguiendo éxito tras éxito en vez de sufrimientos y desengaños.
A medida que avanzamos en este sentido nos damos cuenta de  que los resultados tienen una relación directa con nuestro interior, con nuestra  forma de pensar.